Representantes de la FARM se reunieron en la tarde del jueves 4 de setiembre, con la participación de los miembros de Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay. Entre las pautas de la reunión se realizó un análisis de la situación del mercado mundial y proyecciones para el 2023.
Actualmente, el Mercosur posee acuerdos comerciales con 22 países, pero vigentes están sólo con 15 países. Esto significa acceso e menos del 5% al mercado mundial. La FARM se propuso estudiar en mayor profundidad el asunto y evaluar lo que se podría hacer para incidir aún más los miembros del bloque en el mercado internacional. El MERCOSUR enfrenta dificultades intrabloque que también necesitan ser resueltas para ser más comercial y menos político. Como una opción bastante atractiva de mercado se mencionó a Rusia, que ha tomado medidas para diversificar los orígenes de los productos importados para no generar dependencia de algunos países. De acuerdo con un estudio realizado por la CNA en 2013, Brasil vendió 191 000 toneladas de carne para el país y todavía hay un gran potencial para los próximos años.
El economista de FARSUL, Antônio da Luz, tuvo la oportunidad de explicar la situación del escenario de trigo en Brasil. Según él, la proyección para el consumo en la temporada 2014/15 es de 11.9 millones de toneladas. De este total, 6,2 millones de toneladas deben provenir de la cosecha nacional (ya teniendo en cuenta la reducción de la zafra de RS en virtud del exceso de lluvias durante la siembra), que debe ser de 18% este año. La Federación de RS solicitó al gobierno brasilero que se tomen algunas medidas para ayudar a contener el escenario negativo para el cereal en los próximos meses. "Pedimos que el Gobierno lleve a cabo operaciones de AGF (Contratación Pública Federal), liberación de recursos para que los productores puedan almacenar el trigo y vender en un momento más propicio y utilizar los mecanismos disponibles para asegurar el precio mínimo. Pero todas estas son medidas paliativas que resuelven el problema a corto plazo, pero no causan mejorar el mercado para el productor", explicó da Luz.
La cuestión de trigo brasilero es importante para los países del MERCOSUR, ya que países vecinos como Argentina y Paraguay ayudan a satisfacer la demanda interna. Estos países pueden vender el cereal sin el Arancel Externo Común (AEC) del 10%, que fue suprimido recientemente para la adquisición de trigo de otros países como Estados Unidos y Canadá, pero ya entró en vigor. "El gobierno brasileño nos garantizó que la medida no deberá ser tomada nuevamente en el corto plazo, lo que hace que el escenario no empeore aún más, pero tampoco genera ninguna mejora", observó el economista.
También se consideró durante la reunión la posible capacitación y formación para los jóvenes rurales que estaría encaminada con el asesoramiento del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). El programa no sólo estaría relacionado con el agronegocio, sino que también abarcaría cuestiones relacionadas con el sector empresarial e idiomas, etc.